La frase del titular pertenece al Tío Gilito, el pariente adinerado del Pato Donald, aunque algunos se la endosan a Groucho Marx, autor de no pocas sentencias parecidas. En traducción castiza, equivaldría a aquello de que hay que poner las barbas propias a remojar, cuando veamos las del vecino pelar.
El secretario de Estado de la Seguridad Social dice que él tiene su plan de pensiones. Quienes no hay tomado dicha medida precautoria, deberían, en aplicación del principio enunciado en la entrada, salir a escape hacia la sucursal bancaria más próxima. El millonario siempre sabe por qué hay que saltar por la ventana, tanto para lo bueno como para lo malo.
Este comentario es más que un simple chascarrillo. La evidencia de que nuestra futura situación de jubilados no puede quedar a expensas únicamente del Estado no nos es desconocida. El propio secretario de Estado nos sitúa en el calendario. Ya no cabe hablar de largo plazo. Medio plazo y cogido por los pelos.
Pero la anécdota tiene su valor. Queriendo tal vez desdramatizar lo inevitable, Octavio Granado da en el clavo. Además de mandarnos un mensaje suficientemente claro. No a todo el mundo le va a gustar, porque obliga a plantearse un montón de preguntas, todas ellas incómodas (para qué sirve el fondo de reserva, por ejemplo). Pero hay que agradecer la claridad.
Se trata, en todo caso, de un mensaje que ha calado en buena parte de la sociedad. Un elevado número de ciudadanos suscribe, por poco que pueda, un plan de pensiones. Poco importa que las rentabilidades sean menos que simbólicas, ya que se trata simplemente de guardar dinero, del concepto catalán de “fer-se un raconet”. Sin embargo, dicho mensaje no parece calar en la misma medida en las empresas. ¿Cuántas de ellas promueven planes de pensiones con sus trabajadores? Es más, ¿cuántas están por la labor de prescindir de las prejubilaciones (es decir, de despidir empleados pagando la Seguridad Social, que no de otra cosa se trata) y de apostar por la prolongación de la vida laboral o la jubilación escalonada?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada